Proverbios del Antiguo Egipto

Si le fascinan los proverbios del antiguo Egipto, vale la pena examinar su impacto en nuestra comprensión actual de la mente. Esta rica civilización está repleta de conocimientos que todavía se aplican a nuestra agitada vida cotidiana.
El antiguo pueblo egipcio, que se remonta a casi 3000 años antes de la era actual (a.e.c.), parecía estar muy adelantado a su tiempo. Esta antigua civilización, que ha caído en el olvido, nos cuenta sus interesantes pensamientos y dichos grabados por los escribas en templos, estelas y paredes de tumbas.
Esta historia en gran parte ininterrumpida y los conceptos religiosos profundamente arraigados se centraron en “conócete a ti mismo”. El famoso filósofo Sócrates (469-399 a. C.) casi imita lo que decía el antiguo egipcio al citar “Conocerse a uno mismo es el principio de la sabiduría”.
Proverbios del Antiguo Egipto
- No vacíes tu alma ante todo el mundo y no disminuyas por ello tu importancia.
- La nuez no revela el árbol que contiene.
- La semilla no puede brotar hacia arriba sin enviar simultáneamente raíces al suelo.
- Una casa tiene el carácter del hombre que vive en ella.
- Un alumno puede demostrarte con sus propios esfuerzos cuánto merece aprender de ti.
- No bebas agua en casa de un mercader: te cobrará por ella.
- El conocimiento no es necesariamente sabiduría
- Cada verdad que aprendas será para ti tan nueva como si nunca hubiera sido escrita.
- Escucha tus convicciones, aunque parezcan absurdas a tu razón.
- Dios ama más a quien cuida de los pobres que a quien respeta a los ricos.
La sabiduría del antiguo Egipto
En el Antiguo Egipto, la “filosofía” no era una profesión ni un oficio, sino algo que se transmitía a los niños de la comunidad. A diferencia de los sofistas griegos, que solo enseñaban a los ricos, esta sociedad se aseguraba de que todo el mundo tuviera la oportunidad de aprender, sin importar la clase social.
La sabiduría se consideraba algo que algunos egipcios adquirían como resultado de obedecer las leyes “naturales” correctas que regulaban la vida. Su conceptualización de estas leyes, aunque metafórica, visual y pluriforme , muestra que una constante apreciación de la verdad, la justicia y la integridad estaban en el centro de la misma.
Estos valores humanos únicos estaban presentes en el cosmos y en las culturas humanas, y el Faraón era el mejor ejemplo de ellos para la civilización egipcia.
Simbolismo egipcio antiguo de Carl Jung
Los antiguos egipcios no sólo se preocupaban por el autoconocimiento, sino que también estudiaban la importancia de los sueños y el simbolismo . Carl Jung incluso utilizó el simbolismo antiguo de los egipcios para obtener mejor su propio conocimiento personal y el de sus pacientes.
En el libro de Carl Jung Sincronicidad , de 1960 , Jung nos habla de una joven educada que se sentía como si lo supiera todo y que le dificultaba mucho el análisis. Después de varios intentos infructuosos de endulzar su racionalismo con una comprensión algo más humana, tuvo que limitarse a la esperanza de que surgiera algo inesperado e irracional. A medida que avanzaban las sesiones, ella le mencionó a Jung un sueño impresionante que había tenido la noche anterior.
El sueño trataba de alguien que le había regalado un escarabajo dorado, una costosa pieza de joyería. Mientras ella todavía le contaba el sueño, Jung escuchó un golpecito en la ventana. Abrió la ventana inmediatamente y atrapó al insecto en el aire mientras entraba volando. Era un escarabajo escarabajo (Cetonia aurata), cuyo color verde dorado se asemeja al de un escarabajo dorado.
Le entregué el escarabajo a mi paciente y le dije: “Aquí está tu escarabajo”. Esta experiencia perforó el agujero deseado en su racionalismo y rompió el hielo de su resistencia intelectual. El tratamiento ahora podía continuar con resultados satisfactorios.
En el simbolismo egipcio antiguo, el escarabajo era considerado un símbolo de este ciclo celestial y de la idea del renacimiento o la regeneración. Tenemos mucho potencial dentro de nosotros mismos y, sin embargo, nos centramos en las posesiones materiales y los deseos descontrolados. Todos deberíamos tomar ejemplo del antiguo pueblo egipcio y aplicar sus miles de años de sabiduría colectiva a nuestra vida diaria, especialmente al examinar nuestros propios sueños.
Deja una respuesta